De media dormimos unas 8 horas diarias. Lo que supone que pasamos durmiendo… ¡25 años de nuestra vida! Así que, si estamos un cuarto de siglo en la cama, qué menos que pasarlos sobre buenos materiales que nos permitan descansar correctamente. En este post queremos contaros los diferentes tipos de sábanas que existen para que tengáis todas las herramientas para elegir el juego de sábanas que más se adapta a vuestras necesidades.
Hay muchas especificaciones que entran en juego a la hora de decidirnos por unas u otras: medidas, diseño, precio y, por supuesto, material. En primer lugar, vamos a centrarnos en los tipos de material y tejido que suelen tener las sábanas y en algunos aspectos a tener en cuenta para asegurar su calidad. Una vez sepamos esto, ya solo tendremos que elegir un diseño que nos guste, las medidas que necesitemos y un precio que nos encaje.
Tipos de sábanas según su material
El material con el que se fabrican las sábanas es fundamental. Y es que la ropa de cama de buena calidad favorece el descanso, es cómoda y cuidadosa con nuestra piel. Además, el planchado también se verá condicionado por este factor.
- Sábanas de algodón. Son las más habituales. Las sábanas 100% de algodón tienen un tacto suave y son muy resistentes al lavado y la plancha. Estas son especialmente recomendables en verano por su transpirabilidad y frescor. También es muy habitual que las sábanas sean 50% algodón y 50% poliéster.
- Sábanas de franela. Son sábanas cálidas perfectas para climas fríos. Suelen ser de algodón, por tanto, su tejido natural les proporciona un tacto suave.
- Sábanas de coralina. En los últimos años se han convertido en las preferidas de los más frioleros por su suavidad y capacidad de abrigo.
- Sábanas de lino. Las sábanas fabricadas con este tejido son elegantes, frescas y tienen cualidades antibacterianas. Por su calidad, su precio suele ser más alto.
- Sábanas sintéticas. Son económicas y muy resistentes a las arrugas, por tanto, muy fáciles de planchar.
Además del tipo de material: algodón, poliéster, lino, etc., el tipo de tejido es un factor clave. Se trata de la forma en que se teje el hilo. Los más habituales son percal y satén. Pero, ¿qué diferencia hay entre ellos? Percal y satén, como hemos dicho, no son materiales en sí mismos, sino que son técnicas de tejido que se pueden llevar a cabo con diferentes materiales.
En el percal se entrelazan un hilo a lo ancho y un hilo a lo largo del tejido en todo el proceso de tejido, consiguiendo un patrón muy ajustado. Está considerada una de las técnicas de mayor calidad y es que este tipo de tejido, que proporciona un aspecto mate, destaca por su resistencia, durabilidad y suavidad.
Por su parte, para fabricar el tipo satén se entrecruzan cuatro hilos a lo ancho del tejido y uno a lo largo, sucesivamente, de manera que el tejido tiene una apariencia suave y brillante. Se trata de un tejido elegante y muy fácil de planchar.
¿Qué relación tiene el número de hilos con la calidad?
El principal factor para elegir sábanas de cama de calidad alta será el tipo de material y el tipo de tejido. Sin embargo, dentro de esta selección debemos tener en cuenta el número de hilos. Para que unas sábanas sean de buena calidad deberían tener, como mínimo, 140 hilos. A mayor densidad, mayor será la calidad. Siempre que vaya acompañado de finura y calidad del algodón.
En ocasiones, las especificaciones del tejido no nos dicen la cifra concreta, si no que nos hablan del número de hilos por trama y urdimbre. ¿Qué quieren decir estos conceptos? El número de hilos es la cantidad de hilos de urdimbre y de trama que se encuentran en una pulgada (2,54 centímetros) cuadrada de tejido. Urdimbre hace referencia a los hilos verticales y trama a los horizontales.
Teniendo estos conceptos claros, para saber la cantidad de hilos que tiene el tejido, deberíamos sumar el número de hilos por trama y urdimbre, y multiplicarlo por 2,54 centímetros. De esta manera, obtendremos el número de hilos por pulgada cuadrada.
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